jueves, 8 de diciembre de 2011

Sistemas de cannabinoides y opiáceos ofrecen fármacos para atajar la obesidad

La obesidad ha demostrado ser muy resistente al tratamiento farmacológico. Los antagonistas de los receptores de cannabinoides tipo 1 fueron inicialmente una esperanza gracias al bloqueo de los receptores de los cannabinoides 1 (CB1). Sin embargo, como la mayor parte de las monoterapias de tratamiento de la obesidad, solo conseguían una modesta pérdida de peso y por contra producían bastantes efectos secundarios (en especial en el estado de ánimo), incluyendo un mayor riesgo de depresión. Por tanto el tratamiento de la obesidad con antagonistas CB1 no está aprobada ni por las autoridades reguladoras estadounidenses ni por las europeas.
Los investigadores de la University of Cincinnati en Ohio dirigidos por Matthias H. Tschop, Ph. D., investigaron la posibilidad de mejorar la eficacia de antagonistas de los receptores CB1 y la reducción de sus efectos secundarios si se combinan con antagonistas específicos del sistema opioide.

Los investigadores eliminaron la señalización opioide de forma tanto genética como farmacológica en ratones para producir cambios en su peso corporal, ingesta de alimentos, masa grasa y el comportamiento como resultado de las interacciones entre Rimonabant y dos ligandos opioides, el receptor opioide mu (MOR) y el receptor opioide kappa (KOR).

La eliminación de la señalización del receptor MOR con Rimonabant aumentó considerablemente la restricción de la ingesta de alimentos y del peso corporal pero no alteró su influencia sobre otras conductas. El bloqueo de KOR no cambió el efecto de Rimonabant sobre la ingesta de alimentos y el peso corporal pero sí influyó en el estado de ánimo, atenuando p.e. el impacto negativo del fármaco en el Test de Nado Forzado de Porsolt (TNF), un modelo preclínico de depresión.

La combinación de Rimonabant con antagonistas de MOR y KOR maximizó la supresión del apetito al tiempo que bloqueó los efectos secundarios relacionados con el estado de ánimo y la conducta.

Los investigadores en su próximo artículo en Endocrinology* afirman que componentes definidos del sistema opioide endógeno median específicamente en los efectos metabólicos y de estado de ánimo de Rimonabant. Afirman que los estudios genéticos y farmacológicos de los subtipos de receptores específicos dentro de los sistemas cannabinoide y opioide descubrieron nuevos vínculos entre los circuitos neuroendocrinos que regulan el metabolismo de los sistemas, abriendo una puerta a posibles nuevos tratamientos de la obesidad.

Fuente: *Lockie SH, Czyzyk TA, Chaudhary N, et al. CNS opioid signaling separates cannabinoid receptor 1 mediated effects on body weight and mood-related behavior in mice. Endocrinology, in press

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