Una nueva investigación sugiere que la optimización del tipo y de la cantidad de sueño puede ayudar a proteger a los adolescentes obesos frente al desarrollo de diabetes tipo 2. El estudio se llevó a cabo en el Children’s Hospital of Philadelphia (PA, USA) y es el primero que relaciona la duración del sueño con los niveles de glucosa en adolescentes.
El grupo liderado por Dorit Koren (Children’s Hospital of Philadelphia) investigó a 62 adolescentes obesos durante un período de 1,5 días. Controlaron el tiempo y la arquitectura del sueño junto con las pruebas de glucosa. Los resultados mostraron una asociación entre disminución del sueño de ondas lentas y la secreción de insulina, lo que sugiere una relación entre hipoglucemia de corto y largo plazo y la falta y el exceso de sueño.
Koren aclara que "nuestro estudio encontró que para mantener estables los niveles de glucosa la cantidad óptima de sueño en los adolescentes es de 7,5 a 8,5 horas por noche."
Se estima que tres de cada cuatro adolescentes no duermen lo suficiente; los resultados de este estudio ponen de relieve la importancia de que son necesarios patrones de sueño adecuado en este grupo, especialmente debido al aumento del número de diabéticos a nivel mundial.
Koren concluye que "vamos a tratar de confirmar estos hallazgos con los estudios domiciliarios realizados sobre los patrones de sueño en adolescentes obesos. Mientras tanto, nuestro estudio refuerza la idea de que dormir lo suficiente en la adolescencia puede ayudar a protegerse frente a la diabetes tipo 2".
Fuente: Koren D, Levitt Katz LE, Brar PC, Gallagher PR, Berkowitz RI, Brooks LJ. Sleep architecture and glucose and insulin homeostasis in obese adolescents. Diabetes Care DOI: 10.2337/dc11-1093 (2011) (Epub ahead of print).
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