En un estudio que será publicado en breve en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism*, investigadores del Columbia University Medical Center en Nueva York, analizaron la pérdida de masa ósea de 128 mujeres posmenopáusicas de origen hispano y afro americano, de las cuales 73 eran portadoras de VIH. Se estima que aproximadamente el 90% de las pacientes VIH+ recibieron tratamiento antirretroviral (TARV).
Las mediciones del Índice de Masa Corporal (IMC) en la columna vertebral, la cadera y el radio de las participantes VIH+ posmenopáusicas, demostró que sufrieron una mayor pérdida ósea en la columna vertebral y en el antebrazo que sus homólogas VIH- postmenopáusicas. El resultado difiere en mujeres VIH+ más jóvenes premenopáusicas con tratamiento antirretroviral, cuya densidad mineral ósea (DMO) es relativamente estable. Las mujeres VIH+ con bajo IMC también mostraron DMO baja en el cuello femoral. Citando otros estudios, el equipo señala que la pérdida ósea del antebrazo puede, junto con cambios en la DMO de la columna y de la cadera, ayudar a predecir la incidencia de fracturas.
Las mediciones del Índice de Masa Corporal (IMC) en la columna vertebral, la cadera y el radio de las participantes VIH+ posmenopáusicas, demostró que sufrieron una mayor pérdida ósea en la columna vertebral y en el antebrazo que sus homólogas VIH- postmenopáusicas. El resultado difiere en mujeres VIH+ más jóvenes premenopáusicas con tratamiento antirretroviral, cuya densidad mineral ósea (DMO) es relativamente estable. Las mujeres VIH+ con bajo IMC también mostraron DMO baja en el cuello femoral. Citando otros estudios, el equipo señala que la pérdida ósea del antebrazo puede, junto con cambios en la DMO de la columna y de la cadera, ayudar a predecir la incidencia de fracturas.
Para el 88% de los participantes VIH+ con tratamiento antirretroviral, el equipo probó varios regímenes por su efecto sobre la pérdida de masa ósea. Los regímenes sin tenofovir no frenaron ni aceleraron la pérdida ósea. Sin embargo, los pacientes con regímenes que si incluían tenofovir sufrieron una mayor pérdida de masa ósea, y los investigadores suponen un "efecto nocivo de tenofovir en el metabolismo óseo que puede persistir más allá de los primeros [2] años de inicio del TARV."
A pesar de que no se pudo probar para un tipo específico de fractura, el equipo concluye que las mujeres VIH+ posmenopáusicas poseen un riesgo mayor de de fractura óseas que las mujeres VIH- en este grupo de edad, ya que sufren pérdida ósea adicional debida a la infección por VIH y a ciertos tratamientos prolongados que se utilizan para su tratamiento.
A pesar de que no se pudo probar para un tipo específico de fractura, el equipo concluye que las mujeres VIH+ posmenopáusicas poseen un riesgo mayor de de fractura óseas que las mujeres VIH- en este grupo de edad, ya que sufren pérdida ósea adicional debida a la infección por VIH y a ciertos tratamientos prolongados que se utilizan para su tratamiento.
Fuente * Yin MT, Zhang CA, McMahon DJ, et al. Higher rates for bone loss in postmenopausal minority HIV- women than HIV- controls. J Clin Endocrinol Metab, doi:10.1210/jc.2011-2197.
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