Los tres tipos de terapia fueron comparados utilizando un estudio
poblacional de los pacientes diagnosticados de cáncer de próstata localizado entre
los años 2000-2009 a partir de los datos de la SEER-Medicare-linked database.
El grupo analizó la tasa de efectos secundarios
gastrointestinales y urinarios, disfunción eréctil y fractura de cadera, y también
analizó la necesidad de un tratamiento adicional frente al cáncer como un
indicador de recurrencia de la enfermedad.
El uso de la IMRT se incrementó de 0.15% a más del 95% al
compararla con la radioterapia conformada en el período de tiempo estudiado.
Los investigadores descubrieron que los pacientes tratados con IMRT sufrieron una
menor tasa de efectos secundarios gastrointestinales y de fracturas de cadera,
pero mostró un aumento de la frecuencia de la disfunción eréctil. También observaron
una disminución del 20% en la probabilidad de requerir tratamiento adicional
contra el cáncer. Al compararla con la protonterapia, los pacientes tratados
con IMRT presentaron un riesgo un 34% menor de padecer efectos secundarios
gastrointestinales y no hubo diferencia significativa en otras variables de
estudio.
Los autores sugieren que sus resultados no son compatibles
con el reciente incremento en la utilización de la protonterapia, un método
costoso. También añaden que el dato de que los pacientes que recibieron IMRT
requirieron menos tratamientos adicionales es compatible con el uso de la IMRT en
dosis escaladas de tratamiento. "En conjunto, estos resultados sugieren
que la IMRT facilitó la administración escalada de la dosis sin compromiso de
la morbilidad a largo plazo."
El Grupo señala que aunque existen limitaciones del estudio,
los datos del SEER–Medicare study son
propensos a reflejar los resultados de los tratamientos ampliamente disponibles
en la comunidad, "ampliando la generalización de los resultados en
comparación con estudios solo institucionales o incluso clínicos, que a menudo
tienen criterios estrictos de selección de pacientes". Sin embargo,
señalan que la generalización de los resultados requiere más estudio.
Fuente:
Sheets NC, Goldin GH, Mayer AM et al. Intensity-modulated radiation therapy,
proton therapy, or conformal radiation therapy and morbidity and disease
control in localized prostate cancer. JAMA 307(15), 1611–1620 (2012).
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