Investigadores de la Oregon
Health and Science University (EE.UU.) han informado recientemente sobre un
nuevo método para llevar a cabo la cirugía de estimulación cerebral profunda
(DBS, por sus siglas en inglés) más seguro para aquellos pacientes con enfermedad
de Parkinson, debido a la colocación más precisa de los electrodos en la región
cerebral. Se cree que esta nueva técnica también podría ser utilizada también
en el tratamiento de temblores familiares.
Esta nueva cirugía de estimulación cerebral profunda implica
la implantación de conductores con electrodos en su extremo en cada uno de los
tres lugares diana del cerebro: el tálamo, el globo pálido y el núcleo
subtalámico para, de forma posterior, estimular el cerebro. En la gran mayoría
de los casos se han conseguido reducir los temblores experimentados por el
paciente. Sin embargo, es necesario que los pacientes sometidos a este
tratamiento estén despiertos para que el cirujano pueda obtener información
sobre si los electrodos están o no colocados de forma correcta. No obstante
esta técnica es arriesgada, ya que existe una pequeña posibilidad de que el
paciente sufra una hemorragia.
En este estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Neurosurgery, los autores
utilizaron además la resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés)
preoperatoria y la tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés)
intraoperatoria para evaluar la precisión de la colocación de los electrodos en
la cirugía de estimulación cerebral profunda. Esta técnica se realizó bajo
anestesia general. Se sometió a este procedimiento a un total de 60 pacientes
(33 con enfermedad de Parkinson, 26 con temblor esencial y uno con distonía),
con una media de edad de 64 ± 9,5 años. A los pacientes se les implantaron electrodos
en el núcleo ventral intermedio (n = 25), globo pálido interno (n = 23) y el
núcleo subtalámico (n = 12). La diferencia entre la precisión de los electrodos
cerebrales izquierdos y derechos no fue estadísticamente significativa; sin
embargo, la distancia de centrado más cercana de la trayectoria del electrodo a
la pared ventricular del ventrículo lateral, el vector de error (r2 = -0,339, p
<0,05, n = 76) y la desviación de la trayectoria planeada (r2 = -0,325, p
<0,05, n = 77) tenían una correlación estadísticamente significativa
(negativa). Se encontró que los electrodos colocados en el globo pálido interno
fueron significativamente más precisos que los del núcleo ventral intermedio (p
<0,05). En general, sólo un paciente tuvo una infección y no se produjeron
hemorragias intraparenquimatosas.
Kim Burchiel, catedrático de cirugía neurológica en la Oregon Health and Science University y
autor principal del estudio, explicó: “creo que ésta va a ser la forma en la
que se va a realizar en el futuro la cirugía de estimulación cerebral profunda
en la mayoría de los casos. Esta cirugía permite una colocación muy precisa de
los electrodos y es más segura. Además, los pacientes no necesitan estar
despiertos durante la cirugía, lo que significa que muchos más pacientes van a
poder favorecerse de esta técnica ahora ya que ahora estarán dispuestos a
considerarla”. Luego pasó a añadir: “nuestros resultados nos indican que esta
práctica es segura, ya que no tuvimos ningún tipo de hemorragia o complicación
- y la precisión de la colocación de los electrodos fue mejor que nunca”.
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