Investigadores del Wake Forest Baptist Medical Center (NC, USA) creen haber realizado un descubrimiento que condiciona de forma significativa el tratamiento de la leucemia mieloide aguda (AML, acute myeloid leukemia, por sus siglas en inglés). Su estudio arroja resultados que podrían prevenir a ciertos pacientes a someterse a tratamientos tóxicos.
El tipo más frecuente de leucemia aguda en el adulto es la AML y aunque estos pacientes reciben tratamiento contra el cáncer, su resultado suele ser pobre. Esto es especialmente significativo en aquellos pacientes que presentan una mutación en el receptor FLT3 conocida como duplicación interna en tándem (ITD, internal tandem duplication (ITD, por sus siglas en inglés) que se cree que influye en el 20 y el 30% de los pacientes con AML.
Los investigadores emplearon ratones para identificar los efectos de la quimioterapia en la ITD. Timothy Pardee pone de relieve la importancia del estudio de la ITD, afirmando que "Si bien su efecto en el pronóstico del cáncer ha sido bien documentado, su efecto en la respuesta al tratamiento ha sido mal entendida”.
Para la quimioterapia frente a la AML se utiliza de forma habitual una combinación de dos fármacos por vía oral que son citarabina y doxorrubicina. Éstos alteran el ADN de las células cancerosas para que se autodestruyan. Como esta combinación es el tratamiento estándar de la AML, Pardee y sus colegas utilizaron para analizar su eficacia dos grupos de ratones con leucemia – un grupo presentaba la mutación FLT3-ITD y el otro no.
Estas observaciones indican que la mutación FLT3-ITD provoca que las células crezcan y se reparen de manera constante. Pardee explica que "La mutación FLT3-ITD indica a la célula que se autorrepare a la misma velocidad con la que el fármaco causa daño", por tanto, "los ratones tratados sólo con doxorubicina morían al mismo ritmo que los que no recibían ningún tratamiento”. Aunque las células son más sensibles a citarabina, cuando se administra en combinación las células se hacen resistentes a ambos fármacos.
Pardee expresa que "es casi como afirmar que la doxorrubicina protege a las células cancerosas del impacto de la citarabina de la misma forma que trata de matar a la célula", por lo cual, "en el caso de que esta mutación esté presente adición de la doxorubicina no aporta ningún beneficio”.
Doxorubicina es una antraciclina tóxica que suprime la regeneración de las células en la médula ósea, provoca pérdida de cabello y puede dar lugar a toxicidad cardíaca. Esto último puede dañar el músculo cardíaco y provocar insuficiencia cardíaca. Si un paciente presenta la mutación FLT3-ITD, su tratamiento debería personalizarse y evitar el uso de doxorrubicina. Además, los resultados del estudio deberían servir de plataforma para el desarrollo y el uso de otros fármacos en combinación con citarabina y así aumentar la eficacia del tratamiento contra la AML. Pardee se muestra optimista: "Tenemos la esperanza de que en el futuro, estos hallazgos conduzcan hacia un cuidado más personalizado del paciente”. Aunque, en primer lugar, estos resultados deben ser probados en humanos.
Fuente: Pardee TS, Zuber J, Lowe SW. Flt3-ITD alters chemotherapy response in vitro and in vivo in a p53-dependent manner. Exp. Hematol. 4(39), 473–485 (2011); News release: www.wakehealth. edu/News-Releases/2011/Study_Reveals_Need_ for_Personalized_Approach_in_Treatment_of_ AML.htm
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