Antes de 2006 en USA, cuando la vacuna contra el rotavirus aún no estaba disponible, se registró que un 4-5% de todas las hospitalizaciones se debían a gastroenteritis por rotavirus. Además, durante los meses de invierno, se observó que aproximadamente la mitad de las hospitalizaciones por gastroenteritis aguda eran debidas a rotavirus.
La administración en el calendario vacunacional de la vacuna del rotavirus se inició en 2006 para los niños estadounidenses de 6 a 24 meses de edad. Los investigadores estudiaron los efectos que su administración había tenido en el número de niños hospitalizados debido a vómitos y/o diarrea entre la fecha de introducción de la vacuna y 2009. Las tres zonas elegidas para el examen en USA fueron Rochester (NY), Nashville (Tennessee) y Cincinnati (OH). Se observó que durante el 2008, el número de hospitalizaciones debidas a rotavirus disminuyó entre un 87% y un 96% entre los pacientes elegibles para la vacunación.
Daniel Payne, del Epidemiology Branch, Division of Viral Diseases, National Center for Immunization and Respiratory Diseases, CDC (GA, USA) y autor principal del estudio señaló que "nuestros datos confirman que la introducción de la vacuna contra el rotavirus en los niños estadounidenses disminuyó de forma drástica las tasas de hospitalización por rotavirus. La reducción observada en 2008 superó con creces lo que se esperaba sobre la base de cobertura de la vacuna y su eficacia."
Incluso a pesar de no ser elegidos para la vacunación contra el rotavirus, parecía que los niños mayores de 2 años de edad también se habían beneficiado de forma indirecta de esta vacuna. Se observó que existía una disminución del 92% en el número de ingresos hospitalarios desde que se introdujo la vacunación dentro del calendario vacunacional en estos niños no vacunados. Esto pudo deberse a que la posibilidad de que contraer la enfermedad para los niños provenía principalmente del contacto con los más pequeños, los niños vacunados. A pesar de esto, Payne señaló que "los beneficios indirectos de protección observados en los más mayores, los niños no vacunados, no se observaron durante el año siguiente 2009, cuando los tipos de rotavirus aumentaron de forma desproporcionada entre este grupo de edad. Estos hallazgos sugieren que los beneficios indirectos de protección pudieron haber proporcionado un aplazamiento de un solo año a la exposición y la enfermedad a los niños mayores no vacunados.”
Parece que se necesita continuar con las observaciones para entender realmente los beneficios indirectos de la vacuna contra el rotavirus entre los que no se consideran candidatos elegibles para vacunación. Payne concluye que "se necesita una vigilancia continua para evaluar aún más el papel de la cobertura de vacunación contra el rotavirus, beneficios indirectos de protección, inmunidad en el tiempo y la variación serotípica desde la actividad del rotavirus en USA."
Fuente: News release: www.alphagalileo.org/ViewItem.aspx?ItemId=106247&CultureCod e=en; Payne D, Staat MA, Edwards KM et al. Direct and indirect effects of rotavirus vaccination upon childhood hospitalizations in 3 US counties, 2006–2009. Clin. Infect. Dis. DOI: 10.1093/ cid/cir307 (2011) (Epub ahead of print); WHO Factsheet: www.who.int/vaccine_research/ diseases/rotavirus/en