Los pacientes con demencia tienden a divagar y a perderse,
lo que constituye un grave problema tanto para los pacientes como para
cuidadores en el tratamiento de la enfermedad. El uso de la localización
electrónica para vigilar a los pacientes con demencia es un debate importante
dentro de la comunidad científica.
McShane señala que los localizadores GPS pueden reducir el
riesgo de que los pacientes perdidos sufran daños graves y se recuperen de
forma más rápida. Estadísticamente, los pacientes con demencia que desaparecen
durante más de 24 horas son más vulnerables a las lesiones o incluso a la
muerte. Por tanto, es beneficioso un dispositivo que ayude a reducir el
intervalo de tiempo en el que los pacientes están en riesgo. Por otra parte,
McShane afirma que la conducta de deambulación y el consiguiente aumento de la
posibilidad de perderse son factores clave que conllevan al ingreso de estos
pacientes en residencias, y que los localizadores GPS ofrecen una oportunidad
para extender el tiempo de estancia de los pacientes en su hogar, o al menos no
estar internados. También subrayó que el dispositivo de localización puede
ofrecer al paciente una mayor libertad de movimiento, lo que reduce los
problemas con el cuidador. Al considerar los aspectos éticos relacionados con
el seguimiento del paciente, McShane indica que “los trabajadores sociales dan
más prioridad a la autonomía de las familias, y evitan “engatusar” por temor a
pasarse de la raya en la coacción”, mientras que las familias están más
preocupados por la seguridad del enfermo debido a su fuerte vínculo emocional
con el paciente.
O'Neill afirma que siempre debemos recordar que el principal
problema cuando se trata de pacientes con demencia es mantener la atención de
la persona y el respeto a su identidad. El desafío de comprender y satisfacer
las necesidades y deseos de los pacientes que, con mucha frecuencia, no pueden
expresarse de forma adecuada, conduce a la cosificación y a la infantilización,
y la utilización de dispositivos de localización puede incentivar más esta
actitud. Señaló en cambio que avances tecnológicos tales como teléfonos con
cámara o los indicadores objetos perdidos, pueden ayudar a los pacientes con
demencia a mantener su independencia, al menos en las primeras etapas de la
enfermedad. O'Neill también añadió que “ser errante no es una enfermedad sino
una forma de comunicación”, y debe ser interpretado por los cuidadores para
establecer objetivos de comportamiento ambiental y cognitivo a medida, y que el
uso de dispositivos de etiquetado estaría a favor de una falsa sensación de
seguridad que, en el fondo, no ayuda los pacientes.
Estos artículos ofrecen diferentes puntos de vista y está
claro que se deben tener en cuenta muchos aspectos en relación con la
utilización de localizadores GPS, incluyendo las necesidades de los pacientes,
familiares y cuidadores, para encontrar la mejor solución.
Fuente: McShane R.
Should patients with dementia who wander be electronically tagged? Yes. BMJ
doi:10.1136/bmj.f3603 (2013) (Epub ahead of print); O’Neill D. Should patients
with dementia who wander be electronically tagged? No. BMJ
doi:10.1136/bmj.f3606 (2013) (Epub ahead of print).
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