jueves, 5 de septiembre de 2013

Identificación electrónica: ¿la mejor manera de no perder a las personas con demencia?

La utilización de localizadores de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) para vigilar los movimientos de los pacientes con demencia, sigue siendo un tema de gran controversia; en un artículo publicado reciente del British Medical Journal, Rupert McShane, psiquiatra especialista en edad adulta del Oxford Health Nacional Health Service Foundation Trust (Oxford, Reino Unido) y Desmond O'Neill, profesor de medicina geriátrica en el Trinity College de Dublín (Irlanda) presentaron sus puntos de vista al respecto sobre este tema.

Los pacientes con demencia tienden a divagar y a perderse, lo que constituye un grave problema tanto para los pacientes como para cuidadores en el tratamiento de la enfermedad. El uso de la localización electrónica para vigilar a los pacientes con demencia es un debate importante dentro de la comunidad científica.

McShane señala que los localizadores GPS pueden reducir el riesgo de que los pacientes perdidos sufran daños graves y se recuperen de forma más rápida. Estadísticamente, los pacientes con demencia que desaparecen durante más de 24 horas son más vulnerables a las lesiones o incluso a la muerte. Por tanto, es beneficioso un dispositivo que ayude a reducir el intervalo de tiempo en el que los pacientes están en riesgo. Por otra parte, McShane afirma que la conducta de deambulación y el consiguiente aumento de la posibilidad de perderse son factores clave que conllevan al ingreso de estos pacientes en residencias, y que los localizadores GPS ofrecen una oportunidad para extender el tiempo de estancia de los pacientes en su hogar, o al menos no estar internados. También subrayó que el dispositivo de localización puede ofrecer al paciente una mayor libertad de movimiento, lo que reduce los problemas con el cuidador. Al considerar los aspectos éticos relacionados con el seguimiento del paciente, McShane indica que “los trabajadores sociales dan más prioridad a la autonomía de las familias, y evitan “engatusar” por temor a pasarse de la raya en la coacción”, mientras que las familias están más preocupados por la seguridad del enfermo debido a su fuerte vínculo emocional con el paciente.

O'Neill afirma que siempre debemos recordar que el principal problema cuando se trata de pacientes con demencia es mantener la atención de la persona y el respeto a su identidad. El desafío de comprender y satisfacer las necesidades y deseos de los pacientes que, con mucha frecuencia, no pueden expresarse de forma adecuada, conduce a la cosificación y a la infantilización, y la utilización de dispositivos de localización puede incentivar más esta actitud. Señaló en cambio que avances tecnológicos tales como teléfonos con cámara o los indicadores objetos perdidos, pueden ayudar a los pacientes con demencia a mantener su independencia, al menos en las primeras etapas de la enfermedad. O'Neill también añadió que “ser errante no es una enfermedad sino una forma de comunicación”, y debe ser interpretado por los cuidadores para establecer objetivos de comportamiento ambiental y cognitivo a medida, y que el uso de dispositivos de etiquetado estaría a favor de una falsa sensación de seguridad que, en el fondo, no ayuda los pacientes.

Estos artículos ofrecen diferentes puntos de vista y está claro que se deben tener en cuenta muchos aspectos en relación con la utilización de localizadores GPS, incluyendo las necesidades de los pacientes, familiares y cuidadores, para encontrar la mejor solución.


Fuente: McShane R. Should patients with dementia who wander be electronically tagged? Yes. BMJ doi:10.1136/bmj.f3603 (2013) (Epub ahead of print); O’Neill D. Should patients with dementia who wander be electronically tagged? No. BMJ doi:10.1136/bmj.f3606 (2013) (Epub ahead of print).

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